viernes, 19 de junio de 2009

lunes, 15 de junio de 2009

Tema para la próxima historia




El azar


MARUJA TORRES

EL PAÍS - Última - 04-06-2009
Hay momentos en que se apaga la luz y es de noche en el alma. Ocurre cuando se producen catástrofes que podrían habernos sucedido a nosotros. Un accidente aéreo, un tsunami en lugar y época de vacaciones. Contenemos el aliento. Sabemos que sólo el azar dirige nuestros pasos, que quizá hay en nuestro futuro un avión que carece de fecha de regreso en su hoja de ruta.
Hablan los expertos, sollozan los deudos, fíjate, comentamos, esos dos se salvaron porque no hubo forma de que consiguieran billetes, aquel pobre tenía una reunión a la que nunca llegó...
Y pasan los días y volvemos a nuestra rutina. Junto con la sombra de la tragedia desaparece también nuestra aprensión. Asumimos nuestro papel de personajes en una obra cuyo guión no hemos escrito y cuyo desenlace desconocemos, cuyos capítulos no controlamos.
Nos apresuramos a recitar el papel tal como va surgiendo, porque es lo único que podemos hacer. Que el azar actúe, pues de todas formas lo hará, con o sin nuestro permiso.
O te quedas pensando por un largo tiempo en los sueños rotos. No hace falta subirse a un avión. Basta con que un conductor distraído o demasiado rápido choque contra nuestro coche, y el mundo se hunde. A un matrimonio británico le sucedió hace unos pocos años. Su hijo de 18 meses sufrió una parálisis casi total. Sus vidas cambiaron, pero ni siquiera ese acomodo a la desesperanza de cuidar su cuerpecito inmóvil les fue permitido durante muchos años. El niño acabó falleciendo, y ellos se arrojaron al mar desde un acantilado, con su cadáver metido en una mochila y sus juguetes en otra. Más o menos a la hora en que se intentaba localizar el Airbus perdido.
Sueños rotos. Hay momentos en que se apaga la luz, y todo es frágil.

viernes, 12 de junio de 2009

En esta dirección se puede encontar información sobre Pedro de Tolosa

http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=2689166&orden=0

lunes, 8 de junio de 2009

El Quijote (argumento) [3º Diver]

Alonso Quijano (Don Quijote) ha perdido la razón de tanto leer libros de caballerías. Esta locura hace que intente imitar las aventuras que ha leído: sale de su pueblo, vive una serie de aventuras y regresa a casa vencido y maltratado.

Primera parte
Don Quijote prepara unas viejas y estropeadas armas que han pertenecido a sus bisabuelos, se disfraza con ellas y sale por los caminos de la Mancha, tierra de honrados campesinos, con el propósito de impartir justicia, como decían los libros de caballerías que hacían los caballeros andantes. Llega a una venta que su imaginación transforma en castillo, se hace armar caballero en una ridícula ceremonia, busca algunas aventuras y vuelve a casa maltrecho y apaleado.

La segunda salida comprende el resto de la primera parte. Don Quijote vuelve a escaparse de su casa, pero esta vez acompañado por un humilde vecino que va a servirle de escudero. La aparición de Sancho Panza enriquece enormemente las posibilidades expresivas de la novela, ya que va a servir de confidente a su amo; con lo que el diálogo adquirirá una gran importancia. Además, los personajes se contraponen y complementan influyéndose mutuamente. En esta salida se describen muchas aventuras y al final nuestro caballero andante es conducido con engaños a su aldea por el cura y el barbero que han salido a buscarlo.

Segunda parte
Comprende la tercera y última salida. Nuevas aventuras, muchas de las cuales se desarrollan en la corte de unos duques que, por haber leído la primera parte, conocen la fama de Don Quijote y que para divertirse y burlarse de él fingen vivir en una corte caballeresca. Al final de esta segunda parte, el bachiller Sansón Carrasco, disfrazado también de caballero andante, reta y vence a Don Quijote, obligándole a volver a su casa. Allí recobra la razón y muere.

Ver en:

Y también en:

Aspectos de la Guerra Fría (4º Diver)

ALGUNOS ENFRENTAMIENTOS INDIRECTOS ENTRE EE.UU Y LA URSS (Y SUS RESPECTIVOS BLOQUES) A TRAVÉS DE TERCEROS PAISES DURANTE LA GUERRA FRÍA 
Crisis alemana y muro de Berlín (1948-1989):
En la Conferencia de Potsdam (1945) Alemania queda divida en cuatro zonas, al igual que la capital Berlín (administradas por EE.UU., Reino Unido, Francia y URSS). En 1948 EE.UU., Reino Unido y Francia unifican las zonas que administraban (tanto las de Alemania como las de Berlín). La respuesta de la URSS es bloquear el acceso terrestre al “Berlín occidental”, lo que produjo gran tensión (aunque pasado un año Stalin levanta el bloqueo).
En 1949 se crea la RFA (pro-occidental) y la RDA (pro-comunista).
En 1961, para evitar las fugas al lado occidental, la URRS ordena el levantamiento de un muro de separación entre los dos sectores de la ciudad. Este muro cae en 1989 y esto simboliza el fin  de la Guerra Fría.
Guerra de Corea (1950-1953):
En el final de la IIGM, Corea (entonces en manos japonesas), es invadida por los aliados (los soviéticos entran por el norte y los estadounidenses por el sur). 
En 1949 se crean dos estados: uno comunista (Corea del Norte) y otro pro-occidental (Corea del Sur).
En 1950 Corea del Norte invade Corea del Sur. Cada una de las potencias de la Guerra Fría apoya a su aliado. Cuando termina la guerra en 1953 las cosas quedan como estaban al principio (hoy siguen prácticamente igual, a pesar de que ha terminado la Guerra Fría).
Guerra de Vietnam (1954-1975):
En 1954 Vietnam, después de independizarse de su metrópoli (Francia), queda dividido en dos: Vietnam del Norte (pro-comunista) y Vietnam del Sur (pro-occidental). Los del norte (apoyados por la URSS y China) intentan invadir el sur y expulsar a los estadounidenses que, a su vez, apoyaban a Vietnam del Sur. Estados Unidos se implica a fondo en esta guerra y sufre a una dura derrota (en 1975).
Crisis de los misiles de Cuba (1962):
En ese año EE.UU. descubre el comienzo de la instalación de misiles atómicos en la isla de Cuba por parte de la URSS e inicia un bloqueo para impedir que siguiera la operación. La tensión creció de tal manera que parecía que iba a estallar una guerra atómica. Al final hablaron los respectivos presidentes y la cuestión quedó resuelta. A raíz de esta crisis dichos presidentes (Kennedy y Jrushchov decidieron instalar un teléfono directo –el llamado teléfono rojo- que permitiera solucionar las situaciones conflictivas)
Invasión de Afganistán por parte de la URSS (1979):
En 1978 se produce en Afganistán un golpe de Estado pro-soviético. En 1979 la URSS invade el país para apoyar al gobierno que lucha contra la guerrilla islámica (que a su vez está apoyada por EE.UU. y otros países occidentales).
1989: la URSS se retira dejando el país en medio de una guerra civil que todavía hoy continúa (uno de los bandos está constituido por el radicalismo islámico de Bin Laden). 
Crisis alemana y muro de Berlín (1948-1989):
En la Conferencia de Potsdam (1945) Alemania queda divida en cuatro zonas, al igual que la capital Berlín (administradas por EE.UU., Reino Unido, Francia y URSS). En 1948 EE.UU., Reino Unido y Francia unifican las zonas que administraban (tanto las de Alemania como las de Berlín). La respuesta de la URSS es bloquear el acceso terrestre al “Berlín occidental”, lo que produjo gran tensión (aunque pasado un año Stalin levanta el bloqueo).
En 1949 se crea la RFA (pro-occidental) y la RDA (pro-comunista).
En 1961, para evitar las fugas al lado occidental, la URRS ordena el levantamiento de un muro de separación entre los dos sectores de la ciudad. Este muro cae en 1989 y esto simboliza el fin  de la Guerra Fría.
Guerra de Corea (1950-1953):
En el final de la IIGM, Corea (entonces en manos japonesas), es invadida por los aliados (los soviéticos entran por el norte y los estadounidenses por el sur). 
En 1949 se crean dos estados: uno comunista (Corea del Norte) y otro pro-occidental (Corea del Sur).
En 1950 Corea del Norte invade Corea del Sur. Cada una de las potencias de la Guerra Fría apoya a su aliado. Cuando termina la guerra en 1953 las cosas quedan como estaban al principio (hoy siguen prácticamente igual, a pesar de que ha terminado la Guerra Fría).
Guerra de Vietnam (1954-1975):
En 1954 Vietnam, después de independizarse de su metrópoli (Francia), queda dividido en dos: Vietnam del Norte (pro-comunista) y Vietnam del Sur (pro-occidental). Los del norte (apoyados por la URSS y China) intentan invadir el sur y expulsar a los estadounidenses que, a su vez, apoyaban a Vietnam del Sur. Estados Unidos se implica a fondo en esta guerra y sufre a una dura derrota (en 1975).
Crisis de los misiles de Cuba (1962):
En ese año EE.UU. descubre el comienzo de la instalación de misiles atómicos en la isla de Cuba por parte de la URSS e inicia un bloqueo para impedir que siguiera la operación. La tensión creció de tal manera que parecía que iba a estallar una guerra atómica. Al final hablaron los respectivos presidentes y la cuestión quedó resuelta. A raíz de esta crisis dichos presidentes (Kennedy y Jrushchov decidieron instalar un teléfono directo –el llamado teléfono rojo- que permitiera solucionar las situaciones conflictivas)
Invasión de Afganistán por parte de la URSS (1979):
En 1978 se produce en Afganistán un golpe de Estado pro-soviético. En 1979 la URSS invade el país para apoyar al gobierno que lucha contra la guerrilla islámica (que a su vez está apoyada por EE.UU. y otros países occidentales).
1989: la URSS se retira dejando el país en medio de una guerra civil que todavía hoy continúa (uno de los bandos está constituido por el radicalismo islámico de Bin Laden). 

miércoles, 27 de mayo de 2009

En este artículo encontrarás una palabra conocida en esperanto


                                                                  Lamento por Babel 

FERNANDO SAVATER 
EL PAÍS  -  Cultura - 26-05-2009
Más de un cínico ha dicho que la mejor definición de "bien" es "un mal necesario". Y me temo que confirma este aserto desencantado el estruendoso entusiasmo que está oficialmente recomendado mostrar ante la diversidad de los lenguajes humanos. Lo que en la Biblia se presenta como maldición divina para castigar la pretensión humana (y humanista) de aunar a los hombres en Babel, o sea, en la tarea común de conquistar los cielos, es ahora visto como una bendición: cada lengua es una concepción del mundo irrepetible que multiplica nuestra riqueza de perspectivas, etcétera. En correspondencia, la extinción de cualquier lengua (es decir, que sus últimos hablantes elijan expresarse en otra de mayor extensión) es una grave pérdida cultural, equivalente a la desaparición de alguna porción específica de la biodiversidad natural. Penita pena.

Es el colmo de la autocomplacencia inútil felicitarnos por lo inevitable, y la pluralidad de las lenguas lo es: como el lenguaje no es una función natural, sino artificial, debe haber muchos. Pero si especulamos con lo más deseable, por una vez estoy de acuerdo con la Biblia. Las ventajas de una lengua única para la comunicación humana me parecen indudables, y sería estupendo que a ninguno nos faltaran palabras elocuentes ante ningún semejante en ninguna parte del mundo. En cuanto a la pérdida de supuestas concepciones del mundo inscritas en cada idioma, se compensarían de sobra con la posibilidad de conocer a fondo la perspectiva personal de cada gran pensador y cada gran poeta: me interesa más lo que piensa Shakespeare o Confucio que lo que se piensa anónimamente a través del inglés o del chino.
Los partidarios de Babel, empeñados en convencernos de que multiplicar las lenguas multiplica la riqueza cultural, deberían llegar hasta el final y admitir que lo mejor sería que cada uno tuviésemos nuestro propio lenguaje: el idiolecto, es decir, la lengua monocomprensible del perfecto idiota (en el sentido etimológico del término). Tampoco resultan convincentes quienes tratan de asemejar la desaparición de una lengua a la extinción de una especie biológica, porque ningún dinosaurio quiere ser abolido, pero en cambio sí hay hablantes que prefieren cambiar de idioma cuando el que tienen no les ofrece más que desventajas. Las lenguas no sufren por dejar de ser habladas, pero en cambio hay muchas personas que padecen si por razones de arqueología se les intenta mantener hablando la que menos les conviene...
Por supuesto, también añorar la lengua universal es perder el tiempo: lo más parecido que tenemos a ella es el inglés, pero no el de Marlowe o Dickens, sino el de la business school. En cuanto al esperanto, pese a su ingeniosa y racional construcción, no cabe sino certificar su fracaso. Sólo un indudable éxito se apuntó su creador, el industrioso doctor Zamenhof. A comienzos del pasado siglo, una empresa americana que se disponía a patentar la primera cámara fotográfica portátil le pidió un nombre para su producto que fuese igualmente eufónico en cualquier lengua. Y Zamenhof acuñó la única palabra de esperanto que todos hemos pronunciado alguna vez: kodak.

martes, 12 de mayo de 2009

La Celestina (argumento) [3º Diver]

Imagen en: http://www.cervantesvirtual.com/bib_obra/celestina/verfoto.formato?foto=imagenes/3.jpg&titular=Argumento+del+segundo+auto&texto=Partida+Celestina+de+Calisto+para+su+casa+queda+Calisto+hablando+con+Sempronio+criado+suyo+al+cual+como+quien+en+alguna+esperan%E7a+puesto+est%E1+todo+aguijar+le+parece+tardan%E7a%2C+embia+de+si+a+Sempronio+a+solicitar+a+Celestina+para+el+concebido+negocio.+Quedan+entretanto+Calisto+e+Parmeno+juntos+razonando.


"En La Celestina se muestran los trágicos amores de Calisto y Melibea y las malas artes que emplea la alcahueta Celestina para que se enamoren.

Calisto, un mozo inteligente y de clase alta, ha conocido en una huerta, algo alejada de la cuidad, a la bellísima Melibea, y se ha enamorado de ella. Vuelve a encontrársela en la ciudad, cerca de la iglesia, y le comunica sus sentimientos; ella lo despide irritada. Vuelve Calisto a su casa y confiesa su amor y su pesar a su criado Sempronio. Éste le propone que utilice a la vieja Celestina como intermediaria, para que suavice la aspereza de Melibea. 

Celestina logra entrar en la mansión de Melibea e intercede en favor del enamorado; consigue vencer su esquivez y la joven corresponde a Calisto. Sempronio y Pármeno, criados de Calisto, de acuerdo con Celestina, desean explotar la pasión de su amo, que había ofrecido a la vieja una cadena de oro si lograba sus propósitos. Los criados reclaman su parte a la vieja, que se niega; la matan y huyen. Pero son apresados y muertos por la justicia.
Calisto suele visitar a Melibea trepando a su jardín por una escalera de cuerda; estando en él, se produce en la calle una pelea. El joven, pensando que uno de sus nuevos criados tiene problemas, desea intervenir en ella y al bajar por la escalera cae al vacío. Calisto muere, y Melibea, al saberlo, sube a una torre y se arroja desde lo alto.
La obra termina con el llanto de Pleberio, padre de Melibea."

Texto en: http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/1celeste.htm

jueves, 7 de mayo de 2009

martes, 28 de abril de 2009

Sobre la gripe española de 1918


Esta foto acompaña al siguiente reportaje de Javier Sampedro en El País:

La I Guerra Mundial terminó en 1918 con nueve millones de muertos. La gripe española de ese mismo año acabó con la vida de 40 millones de personas. Fue la peor de las tres epidemias mundiales de gripe del siglo XX (1918, 1957 y 1968), y de hecho la peor pandemia de cualquier tipo registrada en la historia. El virus que la causó no venía de los cerdos, sino de las aves, pero era un H1N1, como el actual. El H1N1 era un virus aviar hasta 1918, y fue la gripe española quien lo convirtió en una cepa humana típica.

Los países implicados en la Gran Guerra no informaban sobre la epidemia para no desmoralizar a las tropas, de modo que las únicas noticias venían en la prensa española. La gripe española debe su nombre, por tanto, a la censura de tiempos de guerra, y no a su origen, ya que el primer caso se registró en Camp Funston (Kansas) el 4 de marzo de 1918. Por entonces el virus sólo causaba una dolencia respiratoria leve, aunque muy contagiosa, como cualquier gripe. En abril ya se había propagado por toda Norteamérica, y también saltado a Europa con las tropas americanas.

El primer caso de la segunda oleada mortal se registró el 22 de agosto en el puerto francés de Brest, una de las principales entradas de los soldados norteamericanos. Era el mismo virus, porque los afectados por la primera oleada estaban inmunizados frente a la segunda. En algún momento del verano, sin embargo, se había convertido en un agente mortal. Causaba neumonía con rapidez, y a menudo la muerte dos días después de los primeros síntomas.

En Camp Devens, Massachusetts, seis días después de comunicarse el primer caso ya había 6.674 contagiados. Los brotes se extendieron a casi todas las partes habitadas del mundo, empezando por los puertos y propagándose por las carreteras principales. Sólo en India hubo 12 millones de muertos.

Fue la llegada del virus a los lugares más recónditos la que permitió reconstruirlo hace cuatro años. Johan Hultin, un médico retirado, y los científicos militares al mando del genetista Jefferey Taubenberger, lograron rescatar los genes del virus de los pulmones de una de sus víctimas, una "mujer gorda" que había muerto en 1918 en un poblado esquimal de Alaska, donde el frío había preservado el material particularmente bien.

Se supo así que el virus de 1918 no tenía ningún gen de tipo humano: era un virus de la gripe aviar, sin mezclas. Tenía, eso sí, 25 mutaciones que lo distinguían de un virus de la gripe aviar típico, y entre ellas debían estar las que le permitieron adaptarse al ser humano. Se supo así que el virus de la gripe española se multiplica 50 veces más que la gripe común tras un día de infección, y 39.000 veces más tras cuatro días. Mata a todos los ratones de laboratorio en menos de una semana.

Los grupos de Terrence Tumpey, de los CDC de Atlanta (los principales laboratorios norteamericanos para el control de epidemias) y Adolfo García-Sastre, del Mount Sinai de Nueva York, se preguntaron luego qué mutaciones del virus de la gripe española podían eliminar su capacidad para transmitirse entre personas. Y el resultado es que bastaban dos mutaciones en su hemaglutinina (la H de H1N1); esas mismas mutaciones puestas del revés bastarían para conferir a un virus aviar una alta capacidad de transmisión entre humanos.

La hemaglutinina es el componente de la superficie del virus que reconoce a las células de su huésped. Es el principal determinante de la especificidad del virus (la especie o lista de especies a las que puede infectar). Lo importante no son tanto los números adosados a la H (H5, H1...), sino los detalles de su secuencia, el orden exacto de sus aminoácidos.

Las dos mutaciones clave afectan críticamente a la interacción de la H con sus receptores en las células animales, que pueden ser de dos tipos: alfa-2,3 o alfa-2,6. Los virus de la gripe aviar se unen preferentemente al receptor alfa-2,3, que se encuentra a altas concentraciones en las células del intestino de las aves acuáticas y costeras. Sin embargo, los virus humanos se unen más eficazmente a los alfa-2,6, que se encuentran en el sistema respiratorio de las personas.

viernes, 27 de marzo de 2009

Visita al Planetario del Fuenlabrada [4º Diver]


Hoy hemos visitado -4º Diver y otros grupos del centro- el Planetario de Fuenlabrada. Aquí queda el enlace a su página web:http://www.educa.madrid.org/web/auladeastronomia.fuenlabrada/index.htm#inicio1

martes, 17 de marzo de 2009

¡Felicidades!

                                                          "¡Felicidades!", Amalia y Fátima.

lunes, 23 de febrero de 2009

LA GALA DE LOS GOYA [A partir de unas palabras de Bill Gates recogidas en el diario El País del 06/02/2009, en la página 34 de la edición impresa]



"Los mosquitos transmiten la malaria. He traído algunos, y los voy a dejar que pululen por aquí. Es injusto que sólo los pobres se infecten". Estas palabras sonaron como las de otros muchos galardonados. Dadas las horas y lo avanzado de la ceremonia eran sonidos destinados a morir entre aquellas cortinas y aquellas paredes aterciopeladas. Algunos escucharon nítidamente pero se lo tomaron como una gracia más que se dice en estos actos.
La gala seguía y los que no habían reparado en las palabras de Javier Bardel empezaron a inquietarse al ver que una pequeña nube de insectos se expandía por el cielo del Palacio de Exposiciones y Congresos. Los que se lo habían tomado a gracia comenzaron a levantarse y, en algunos casos, a gritar. El gran chillido salió de una bonita boca, pintada de rojo, que hasta entonces coqueteaba con los del alrededor; Maribel Bordiú creyó sentir el picotazo de uno de los mosquitos que volaba a la deriva (es imposible que la hubiera picado uno de esos bichos porque en ese momento la nube, todavía bastante homogénea y gregaria, amenazaba a otro lado del recinto).
Pero había una cosa clara, el pánico se estaba apoderando de la situación. Hasta yo, acostumbrado a múltiples guerras y que me encontraba allí de casualidad, empezaba a no saber a qué atenerme. Realmente era una situación inaudita: ¿de verdad alguien se podía a atrever a soltar una “bandada” de mosquitos mortíferos en un evento como este, con cámaras de televisión por todos los lados, con efectivos de seguridad en cada rincón, con la concurrencia de personas tan diversas? Visto el alboroto y el rictus de algunas mandíbulas parecía que sí.
La gente nos movíamos a merced de esos puntos poderosos, cada vez más extendidos. Nuevos chillidos parecieron indicar nuevas picaduras. ¡Y todo en cuestión de segundos (tal vez minutos)! Las puertas de la entrada se abrieron de par en par y algunos de los voladores huyeron. Entró la policía, pero no sabiendo qué hacer. En el escenario, Javier Bardel miraba el espectáculo. Se había quedado sólo, allí, como petrificado, como sabiendo lo que iba a pasar.
Lo que pasó también fue sorprendente: sincronizados, los “mosquitos” cayeron como derrotados, inundando todo de una nueva perplejidad. Alguien se atrevió a mirar a uno de esos cadáveres. No sabía si llorar o reír: ante sus ojos un microrobot yacía inerte. Tenía forma de mosquito, sin faltarle sus alas y demás órganos, pero era todo de plástico.
(…)
Todavía ahora -pasadas unas horas- mientras escribo esta crónica para la edición de mañana, resuenan en mí las palabras de Javier Bardel pronunciadas nada más certificar la muerte de sus mosquitos. “Señoras y señores –dijo-, perdonen las molestias, perdonen los golpes, perdonen el pánico, perdonen el mal momento que les hemos hecho pasar… Pero pensamos que merecía la pena, en un acto como este, una demostración de lo que es el cine: la magia de vivir lo inimaginable”.
El eco de esas palabras y de la gala de los Goya de este año ha sido único e irrepetible. Yo he sido testigo.

domingo, 8 de febrero de 2009

miércoles, 28 de enero de 2009

Índice de Desarrollo Humano (IDH)

Interesante página sobre esta forma de medir la riqueza de los países del mundo: http://es.wikipedia.org/wiki/Países_ordenados_por_Índice_de_Desarrollo_Humano

martes, 27 de enero de 2009

La rima no es necesaria


Monumento al mar
Paz sobre la constelación cantante de las aguas
Entrechocadas como los hombros de la multitud
Paz en el mar a las olas de buena voluntad
Paz sobre la lápida de los naufragios
Paz sobre los tambores del orgullo y las pupilas tenebrosas
Y si yo soy el traductor de las olas
Paz también sobre mí.

He aquí el molde lleno de trizaduras del destino
El molde de la venganza
Con sus frases iracundas despegándose de los labios
He aquí el molde lleno de gracia
Cuando eres dulce y estás allí hipnotizado por las estrellas
[...]
Sigue en:

domingo, 25 de enero de 2009

En relación al trabajo realizado por Víctor sobre las metáforas

Poema de Miguel Hernández, escrito durante la Guerra Civil española (1936-1939), "Canción del esposo soldado" (Ver enlace):
http://www.tinet.org/~elebro/poe/mher/esposo.html

lunes, 19 de enero de 2009

Para Rafa

Bienvenida Laura. ¡Rafa, este es el enlace! http://www.tourspain.es/es/HOME/ListadoMenu.htm
Y mediante esa llegas a esta:http://www.spain.info/

miércoles, 14 de enero de 2009

Harriet

Creo que en el año en el que se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Darwin es interesante hablar de:

Sobre la película "Germinal"

Ver enlace http://platea.pntic.mec.es/curso20/24_elcine-iniciacion/3.pdf

viernes, 9 de enero de 2009

Una alegre navidad [Ficción]

El día 23 de Diciembre a las 10,30 de la mañana estaba ingresando en el Hospital Puerta de Hierro. Triste, desolado, apático, entraba en la más infeliz de las navidades posibles. Con veinte años y unas ganas locas de vivir, cualquier contratiempo serio de la salud –y este lo era- suponía un mazazo para el que parecía no estar preparado. ¡Por qué me haría esos malditos análisis!

Durante el primer día, después de algunas pruebas, sentí que apenas tenía fuerzas. Estaba como ausente de todo, como en una niebla de semiinconsciencia que parecía eterna. Por la noche me costó dormir. A las cinco de la mañana conseguí engañar al tiempo por unas horas. Aunque no recuerdo haber soñado, lo cierto es que me levanté algo más animado.

El día 24 transcurrió como la tarde del día anterior. Llegó la hora de la cena y el hospital quiso que pareciera nochebuena, pero a mí no me perecía nochebuena. Hasta nos dieron un poco de sidra y, por supuesto, turrón. Las luces de todo se fueron apagando. Tumbado en la cama llegó la serenidad; una paz triste propicia para pensar sobre la vida, sobre el sentido de la vida. Así estuve casi tres cuartos de hora. No tenía sueño y salí al pasillo a pasear.

En el pasillo había alguno más paseando igual que yo, y salieron más. Tres o cuatro se conocían de otras veces, dos éramos nuevos. Oí que uno preguntó: “¿Nos vamos a la 217?”; “Vale” –contestaron los que sabían lo que quería decir eso-. Al irse uno de ellos me miró y dijo: “¡Veniros!”.

Entramos en una habitación como abandonada. Había una cama no demasiado vieja pero destartalada, una columna para diagnosticar errores de visión, una bombona de oxígeno y una silla sin respaldo; en el servicio se acumulaban cajas cerradas de suero; las persianas semiabiertas producían un ambiente en penumbra.

- ­¿Por qué estáis aquí? –soltó el que nos había invitado, mientras sacaba un paquete de Fortuna y ofrecía a los demás.
- Yo no lo sé –dije-. Me hice unos análisis y tenía la albúmina alta; me están mirando para ver a qué se debe.
- Yo puede que tenga un linfoma de Hodgkin –respondió algo tímido el otro de los nuevos.

Pasados unos minutos todos fumábamos. Eugenia fue al servicio y trajo una botella de sidra que había escondido durante la cena. Estaba caliente pero sabía bien con las burbujas alegrando la garganta. Charlamos un rato, nos terminamos la sidra y algunos se echaron otro cigarro. A las dos nos fuimos cada uno a nuestra habitación.

El día 25 amaneció soleado pero yo seguía triste. Me vinieron a visitar familiares y amigos y yo fingí estar bien y hasta conté algún chiste. La noche tardó en llegar de nuevo, y de nuevo me pareció estar expulsado del mundo. Por la ventana me llegaban señales de la vida verdadera, la de fuera. Una enfermera joven y rubia me puso una inyección en el brazo. El silencio unificaba las sensaciones. Volví a salir al pasillo como la noche anterior y todo sucedió de forma parecida a la noche anterior. Nos reunimos en la 217, charlamos, contamos cosas que nos hicieron reír y a las dos nos fuimos cada uno a nuestra habitación. Pedro en algún momento comentó que si tenía el Hodgkin lo más probable es que muriera; pero la tristeza de sus palabras duró lo justo; una “burrada”, humilde y graciosa a la vez, de Félix recompuso las carcajadas. Me fui a la cama algo más alegre.

Durante los dos días siguientes no nos hicieron ninguna prueba porque la nochebuena se había unido con el fin de semana y los médicos no trabajaban. Los 6 estrechamos nuestra relación y nos juntábamos a cualquier hora, no sólo por la noche. Jugábamos a las cartas, charlábamos, fumábamos a escondidas, a veces nos refugiábamos en el silencio…, y empezábamos a tener un lenguaje propio. El día 28 gastamos una broma a la enfermera joven y rubia: Vicente simuló que se ahogaba y su habitación se llenó de médicos de guardia y enfermeras; después de un rato hizo ver que se le pasaba. Comprobamos que era un actor excelente. El día 29 casi no nos vimos. Ese día nos hicieron todas las radiografías, análisis, y demás pruebas que no nos habían hecho los días anteriores.

Llegó el día de nochevieja y nunca pensé que unos chavales enfermos en un hospital se lo pudieran pasar tan bien. No hicimos grandes cosas, aunque realmente pasó de todo. En diferentes momentos algunos de nosotros lloramos con pena pero, de las cuatro horas que pasamos en la 217, tres por lo menos las pasamos riendo. Javi, que decía que era muy soso, encadenaba chistes y “paridas” –como si hubiera estado esperando años para demostrar su gracia-. El chiste de la noche fue este:

En la sala de espera de un hospital, junto al quirófano, se oye por megafonía: “Familiares de Raimundo Rodríguez Rico pasen a la sala 4”. Ya en dicha sala el cirujano jefe se dirige a ellos y dice: “Lo siento Daimundo Dodiguez ha fallecido, no hemos podido haced nada pada salvadle”. El familiar que más cerca estaba del cirujano, nervioso suelta: “No me joda”. Sorprendido el cirujano jefe se dirige a él: “No me ha entendido, ni mejoda ni mejodadá, ha fallecido”.

Las carcajadas tal vez no correspondieran a la gracia del chiste pero estábamos como emborrachados de alegría y cualquier cosa graciosilla era el mejor chiste de la historia de la humanidad. Nos fuimos a la cama rendidos.

Tardé tres días más en salir del hospital. Cuando entré nunca pensé que estas iban a ser una de las navidades más alegres de mi vida. Hoy lo he recordado, después de dos años, porque me enterado de que el Hodgkin ha podido con ese chavalote con pinta de galán que era Pedro. La vida tiene esas paradojas.

Conflicto de Gaza

Ver el siguiente enlace del diario El País: http://www.elpais.com/graficos/internacional/Gaza/2008/elpgraint/20080505elpepuint_1/Ges/